¿Qué es el té verde?
Si alguna vez te has preguntado qué es el té verde, lo primero que debes saber es que es un té elaborado a partir de hojas no oxidadas y es uno de los tipos de té menos procesados después del té blanco, El té verde se despluma, se marchita y se enrolla. No se oxida porque durante el proceso de laminación, se evita la oxidación aplicando calor. Normalmente proviene de la primera cosecha, y tiende a aparecer a principios o mediados de primavera. Se cree que la primera cosecha produce hojas de la más alta calidad y más caras, lo que las convierte en las más deseadas para el procesamiento y la cosecha. El té verde se usaba en la medicina tradicional china e india para controlar el sangrado y curar heridas, ayudar a la digestión, mejorar la salud mental y cardíaca y regular la temperatura corporal. El cultivo del té verde se ha extendido por toda Asia creando diferentes variedades y variedades de té verde.
Para este té, las hojas frescas se cuecen al vapor o se cuecen al horno (se arrojan en un wok seco y caliente) a una temperatura lo suficientemente caliente como para evitar que las enzimas se doren, simultáneamente, las hojas se forman rizándose con los dedos, presionando los lados del wok, rodando y girando, se han creado innumerables formas, todas con un sabor diferente. El licor de un té verde es típicamente de un color verde o amarillo, y los sabores varían desde tostado y herbáceo (tés a fuego lento) hasta verduras frescas al vapor (tés al vapor) con una astringencia suave similar a la de vegetales.
¿Para qué es bueno el té verde?
El té verde es una bebida sumamente recomendada para tener una mejor calidad de vida y reducir las probabilidades de contraer diferentes tipos de enfermedades. Tradicionalmente en India y China se utilizaba esta bebida como medicamento para controlar el sangrado, ayudar a la digestión y regular la temperatura corporal. En la actualidad diversos estudios han descubierto que este té aporta diversos beneficios a la salud, los cuales te compartimos a continuación:
Mejora la salud del corazón:
Este té se encuentra cargado de antioxidantes conocidos como polifenoles y catequinas que contribuyen con la protección de la salud del corazón. Su función es trabajar para mejorar la circulación sanguínea reduciendo el riesgo de coágulos sanguíneos y ataques cardíacos. Así mismo, los polifenoles presentes en este té también pueden ayudar a disminuir la presión arterial alta y regular los niveles de azúcar en la sangre. También es posible que se reduzca el colesterol LDL, que se ha relacionado con enfermedades del corazón.
Brinda protección al cerebro:
el té verde puede llegar a ralentizar la regresión de la memoria e incluso puede contribuir con la mejora en la recuperación de la misma. Así mismo, permite un aumento en la capacidad del cerebro para procesar nueva información a una edad más avanzada.
Regula el azúcar en la sangre:
debido a que el té verde cuenta con propiedades antiinflamatorias, que se encargan de reducir la inflamación de las arterias y mejorar la circulación a través de los vasos sanguíneos. Lo cual contribuye con la regulación de los niveles de azúcar en la sangre y mejora la sensibilidad a la insulina del cuerpo. Para aquellas personas que padecen diabetes, el consumo de té verde puede resultar de gran ayuda para producir insulina de manera más efectiva.
Reduce el mal aliento:
debido a la presencia de catequinas en esta bebida, es posible que se encarguen de controlar el crecimiento de bacterias orales que se encargan de producir la caries.
¿Para qué sirve el té verde en ayunas?
El té verde en ayunas es una excelente alternativa que deberías contemplar para consumir a diario. En primer lugar, porque es un gran sustituto del café, siendo una bebida estimulante que te va a brindar la energía que necesitas para que puedas empezar con tus tareas diarias.
En segundo lugar, y quizás el mayor atractivo de consumir esta bebida en ayunas, es porque te ayudará a quemar grasa y bajar de peso. Esto sucede por los altos niveles de catequinas que se encargan de aumentar la energía, mejorando la función hepática y acelerando el metabolismo. A su vez, estos componentes son ideales para ayudar al hígado en la descomposición de grasas en energía, lo que resulta maravilloso para el rendimiento deportivo y la resistencia.
Por último, el té verde en ayunas acompañado de un poco de limón, puede resultar un gran aliado para reforzar el sistema inmune y limpiar el organismo.
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¿Cómo es la preparación del té verde?
Llevar a cabo la preparación de la taza perfecta de té verde, requiere tener presente el tiempo de infusión y la temperatura del agua; debido a que al ser un té sin oxidación y poco procesado es bastante delicado y se deben respetar sus instrucciones de preparación. A continuación te compartimos algunos consejos generales que debes tener en cuenta para la preparación del mejor té verde:
- Utiliza agua fresca, pura y filtrada. El agua del manantial es la mejor.
- Como te habíamos mencionado, los tés verdes deben dejarse en infusión durante pocos minutos y con la temperatura del agua media-baja; en caso de emplear agua hirviendo podrías ocasionar que cambie negativamente el sabor y las propiedades del té. En general, la preparación debe hacerse en agua a 78-80º C durante 2 a 3 minutos.
- Normalmente, debes usar aproximadamente 4 gramos de té de hojas sueltas por cada taza de té estándar, lo cual debería garantizar un té bastante agradable.
- Procura cubrir el té mientras las hojas se remojan, a modo de que se mantenga todo el calor en la taza.
- ¡No remojes tanto el té! Cuanto más se prolongue, más rápidamente se va a liberar cualquier tipo de amargura. Prueba tu té después del tiempo recomendado de remojo y luego decide si te gustaría remojar unos minutos más.
- Si deseas preparar el té verde frío, debes usar doble cantidad de té (8 gramos) y colocarlo a infusionar en menos agua caliente (6 onzas para un vaso), transcurrido este tiempo de infusión, sólo debes agregar hielo y revolver bien para que quede frío.
- Si deseas endulzarlo te recomendamos que agregues miel o endulzantes naturales como azúcar de caña, panela o stevia.
